Presentación

¡¡¡Holaa!!!

Somos unas chicas del 1999 a las que les gusta mucho escribir, nos llamamos Alba y Patty (eme8eme y Como tu quieras, respectivamente).

Cada cierto tiempo colgaremos una entrada con un trozo de uno de nuestros proyectos (diríamos cada semana, pero entre exámenes y vacaciones...). Claro que puede que no sea el final...

También escribiremos algunas ideas o textos que tengamos.

Nos encantaría saber vuestra opinión, aunque nosotras seremos quien tomemos la decisión final, así que no os esperéis nada. Si queréis saber algo sobre alguna de nosotras preguntárnoslo. Y si vais a poner algo, ponerlo muy claro, para no provocar confusiones...

Espero que os gusten las historias, no esperamos gran cosa de ellas, pero queremos compartirlas. Como dice nuestra autora favorita, Laura Gallego "bueno, por algo se empieza, ¿no?"


sábado, 22 de septiembre de 2012

EL ESPEJO


Estaba solo, desde hacía ya unos días y todavía no se acostumbraba. Lara se fue y otro vendría en su lugar. Ahora que se había ido pensó en eso que le atormentaba, que le aterraba desde hacía ya tanto tiempo.
Y entonces lo decidió, se levantó y se dirigió a su habitación. Miró aquel objeto, tan indeseado desde que… Ya lo sabía, no tenía porqué recordarlo siquiera, sólo tenía que asumirlo, no recordarlo. Claro que le hubiera gustado que ella estuviera allí, así que se la imaginó junto a él, sonriéndole como lo habría hecho. Y como lo deseaba tanto, casi le pareció real. Ella le decía:
<<Venga, hazlo. Tu puedes, a mi me gustas así. >>
Claro, no le había conocido antes del accidente… Y si lo hubiera hecho vería en ella esos ojos que veía en todas las personas que conocía antes de lo sucedido: tristeza, compasión, añoranza… ¡Qué ignorantes! Él no necesitaba nada de eso, necesitaba… en realidad no lo supo explicar hasta unos años después, pero siempre supo que necesitaba a alguien como Lara, no, necesitaba a Lara.
Mientras se acercaba al objeto para destaparlo, Lara le sonreía aún más. Además no podría pasarse toda la vida sin mirarse en un espejo. Así que quitó la manta gris y su espejo se mostró: con esa oscura madera y ese polvo recubriéndolo. Con la manta lo limpió y, por fin, se vio.
El reflejo, la persona que se mostraba ante él no era él. Se miró, miró a Lara, pero ya no estaba allí y lo siguiente que hizo fue coger el teléfono y marcar mientras se veía en el espejo…

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