Presentación

¡¡¡Holaa!!!

Somos unas chicas del 1999 a las que les gusta mucho escribir, nos llamamos Alba y Patty (eme8eme y Como tu quieras, respectivamente).

Cada cierto tiempo colgaremos una entrada con un trozo de uno de nuestros proyectos (diríamos cada semana, pero entre exámenes y vacaciones...). Claro que puede que no sea el final...

También escribiremos algunas ideas o textos que tengamos.

Nos encantaría saber vuestra opinión, aunque nosotras seremos quien tomemos la decisión final, así que no os esperéis nada. Si queréis saber algo sobre alguna de nosotras preguntárnoslo. Y si vais a poner algo, ponerlo muy claro, para no provocar confusiones...

Espero que os gusten las historias, no esperamos gran cosa de ellas, pero queremos compartirlas. Como dice nuestra autora favorita, Laura Gallego "bueno, por algo se empieza, ¿no?"


domingo, 2 de febrero de 2014

Había desaparecido ya la mejor luz del día cuando pase a lo largo de los tranquilos patios de la parte trasera de la calle Alta. Los montones de ruinas donde, en otro tiempo, los monjes tuvieron sus refectorios y sus jardines, y cuyas fuertes murallas se utilizaban ahora como humildes albergues y como establos, estaban casi tan silenciosos como los monjes en sus tumbas. Las campanas de la catedral tuvieron para mi un sonido mas triste y mas remoto que nunca, mientras andaba apresuradamente para evitar ser visto: así,  los sonidos del órgano llegaron a mis oídos como fúnebre música; y las cornejas que revoloteaban entorno a la torre gris, deslizándose a veces hacia los arboles, altos y desprovistos de hojas, del jardín del priorato parecían decir me que aquel lugar estaba cambiado y que Estella se había marchado para siempre.

sábado, 1 de febrero de 2014

Cuentan en tiempos remotos que hubo un sultán en Persia  llamado Schariar que desconfiaba tanto de las mujeres que todos los días se casaba con una y la mandaba a matar al día siguiente. el pobre visir tenia que obedecer sin chistar, aunque ello le causara mucha tristeza. El mismo tenia dos hijas a las que quería mucho: la mayor se llamaba Scherezabe y la menos, muy joven aun, Dinarzaba. Cierto día, Scherezabe le dijo a su padre:-Padre mío, si me haces esposa del sultán, estoy segura de que lograre librar al país de muchas crueldades. Después de la boda, el sultán llevo a Scherezabe a sus habitaciones y le ordeno que se quitara el velo, quedando hechizado por la increíble belleza de la muchacha. Le hablo con cariño, pero la joven se hecho a llorar desconsolada.